El diseño del jardín
En el diseño del jardín, de corte natural, se han aprovechado las ondulaciones del terrero y las curvas del río Pedroso, un pequeño riachuelo que lo atraviesa, con objeto de integrarlo, como un todo, en el paisaje circundante.
En la plantación se ha prestado especial atención a que el jardín tenga, en cada época del año, distintos focos de atención que atraigan la mirada. En invierno con las formas arquitectónicas de los árboles y arbustos perennes, que descubrimos entre los árboles desnudos; con la aparición de las flores de los bulbos naturalizados en distintos puntos del jardín y la floración de las camelias. En primavera y verano, mediante manchas de color proporcionadas por las flores de árboles y arbustos. En otoño, por los tintes amarillos, rojos y cobrizos de las hojas de muchos de nuestros ejemplares.
Para lograr este objetivo se han ido seleccionando y plantando aquellas especies que se consideran idóneas partiendo de sus necesidades en cuanto a posición, agua, temperatura, preferencias de horas de sol y su capacidad para interactuar con otras plantas vecinas, pero eligiéndolas, sobre todo, por sus formas (presentes y futuras) y por sus características estructurales.
En el jardín encontramos una buena muestra de árboles autóctonos: castaños, avellanos, abedules, alisos, robles y nogales en estado natural, así como árboles importados de otras tierras que añaden variedad y color a lo largo del año: arces, liquidambar, fresnos, robles americanos, magnolios. En nuestra colección destacan los helechos, arces, robles, cedros, magnolios, palmeras, bambús, viburnos, berberis, y las plantas acidófilas (camelias, rododendros y azaleas, entre otros), especialmente indicadas para nuestro suelo.
Muchas de las plantas tienen etiquetas para su identificación, según el nombre científico dado por los viveros, en caso de adquisición, o de acuerdo con el criterio de los expertos cuando se trata de especies locales. ….+ volver ...